Un estudio liderado por investigadores españoles muestra las personas mayores reducen su riesgo de mortalidad al consumir la que se conoce como dieta atlántica, es decir aquella común y tradicional en gran parte de Galicia y el norte de Portugal. En estudios previos, el equipo de investigadores había observado que las personas que seguían una dieta atlántica mostraban menos frecuencia de obesidad y mejores valores de algunos factores de riesgo cardiovascular como el colesterol, los triglicéridos y la presión arterial.

Los investigadores comprobaron que las personas con una alimentación más acorde con el patrón de la dieta atlántica tenían una mortalidad un 33% menor que aquellas cuya dieta se ajustaba menos al patrón de dieta atlántica.

La dieta atlántica es un compendio de lo que la geografía y la meteorología han puesto a disposición de los habitantes de Galicia y el norte de Portugal desde hace siglos. Se trata de una alimentación rica en pescado, carne, lácteos, verduras y legumbres, patatas y pan integral. Por un lado, la proximidad al océano Atlántico permite un consumo regular de pescado. Por otro lado, la abundancia de pastos facilita la ganadería, y con ella el consumo de carne roja, embutidos y otros productos del cerdo y lácteos. Los productos de la huerta -como patatas, verduras y legumbres- también son habituales en toda la región, y se consumen además en forma de caldo gallego o caldo verde. El pan es integral, de centeno, maíz o trigo. Por último, tradicionalmente las comidas se acompañaban de vino.

En este reciente estudio, la mayoría de los componentes de la dieta atlántica se relacionaron con una menor mortalidad, aunque las asociaciones fueron pequeñas. Según los autores, este no es un hecho extraño, ya que el conjunto de la dieta es más importante que sus componentes por separado. Los autores compararon la dieta atlántica y la dieta mediterránea. «El resultado fue bastante llamativo, pues la reducción de la mortalidad en los que seguían la dieta atlántica fue muy similar a la que se obtenía al consumir una dieta mediterránea».

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